¿Protocolo o pleitesía? AUNQUE CADA QUIEN tiene su interpretación de la visita del presidente, hay evidencias de que al gobernador del estado le fue bien pues, AMLO, reconoció sus gestiones y acciones para incrementar la cobertura de los programas sociales, que en San Luis Potosí tienen ya 569 mil beneficiarios. Ante los Servidores de la Nación, principal fuerza operativa de su gobierno –y de su partido, por supuesto-, dijo, “Estamos trabajando de manera conjunta, de manera coordinada, quiero que también eso lo sepan. Ricardo se porta muy bien con nosotros, es nuestro aliado y nuestro compañero, eso quiero que lo tengan muy presente”. Espaldarazo al gobernador y estate quieto a los morenistas, dijeron algunos, otros, mientras escurran recursos para San Luis, todo está bien. EN LAS COMUNIDADES se aplican los usos y costumbres para dirimir conflictos o procurar e impartir justicia, pero todo se hace a través de un sistema normativo y cuidando los derechos humanos de los sujetos a estos procesos. Lo anterior lo señaló el fiscal especial para la Atención de los Pueblos y Comunidades Indígenas, Daniel Aquino Martínez,  en una capacitación que impartió a las autoridades de las localidades de Tamazunchale. Aquino Martínez, les detalló las directrices que tiene la Ley de Justicia Indígena y Comunitaria del Estado, para casos de competencia civil, penal y familiar. Está ley, señaló, contempla multas, arrestos y trabajos comunitarios, pero sin violentar los derechos humanos y los principios constitucionales. La capacitación tiene como objetivo dar a conocer las funciones y facultades de cada autoridad comunal, así como tener acercamiento y dialogo con ellas, para hacer un buen trabajo en materia de justicia. Daniel Aquino Martínez, está teniendo esta actividad en cada uno de los lugares de atención de la fiscalía a su cargo. Buen punto para él, informar, capacitar, dialogar y tener cercanía con la gente es algo sumamente importante para un buen desempeño. QUE EL IMSS, ES LA INSTITUCIÓN que más quejas acumula en la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Según el Sistema Nacional de Alerta de Violación a los Derechos Humanos de la CNDH, en 2020, en  San Luis Potosí se presentaron 177 quejas en contra de instituciones federales, de las cuales 83, casi el 50 por ciento, fueron por la atención recibida en el IMSS. Igual situación, dicen, se presenta en los demás estados de la república. Alguien nos comentó que dado el número de derechohabientes que atiende la institución, así como los problemas de desabasto de medicamentos, material de curación y alta de plazas, entre otros que enfrenta el sector salud, la cantidad de quejas es explicable aunque no justiciable para los afectados.  LO QUE ES TAMBIÉN muy grave, nos dijo la persona que nos hizo el comentario es lo que está pasando en el ISSSTE, está tan mal la cosa que ahí pareciera que los derechohabientes ya ni fuerza tienen para quejarse. Nos aseguró que ha visto que los equipos e instalaciones, están sin mantenimiento, lo que afecta seriamente a los pacientes que tienen tratamientos de enfermedades crónicas, como los que reciben hemodiálisis. Esta situación hace trabajar al personal en condiciones de estrés extremo, pues por un lado tienen que buscar cómo resolver la falta de equipo, insumos y medicinas, y por el otro, dar la cara a los enfermos y a sus familiares. Lo raro, dijo, es que los sindicatos de los derechohabientes no levantan la voz para exigir que cambien las cosas. El SNTE, por ejemplo, dijo, es el que mayor cantidad de afiliados tiene y, si se lo propone, puede hacer mucho movilizándose, para que los responsables del ISSSTE en San Luis Potosí, y la dirección nacional también, se pongan las pilas. Sin embargo, agregó, los dirigentes de la Sección 26, andan más preocupados y ocupados en presionar para colocar a su gente en cargos en la SEGE, que en atender demandas tan sentidas de su base, como es una buena atención médica.

EN LUGAR DE ANALIZAR los discursos de los representantes de los Poderes de la Federación, en el aniversario de la Promulgación de la Constitución, andamos con el tema de que la ministra, Norma Piña, no siguió la norma protocolaria y no hubo de piña en lo que a pleitesía al presidente se refiere, al no ponerse de pie y aplaudir cuando, López Obrador, entró al recinto donde se realizaría la ceremonia. En su participación, la ministra, defendió la independencia judicial, que, aseguró, no es un privilegio de los jueces, es el principio que garantiza una adecuada impartición de justicia. La Constitución, también dijo, es un inmenso y muy poderoso manto protector de certeza, de confianza, de seguridad y, sobre todo, de unión entre las y los mexicanos. Nada de esos conceptos, sin embargo, merecieron más atención que el hecho de que no se pusiera de pie y aplaudiera al jefe del Poder Ejecutivo. La molestia fue notoria en el círculo del presidente, pero también aplaudida por otros. ¿Pero por qué lo hizo? Preguntaban algunos, que pensaron que pudo haberlo hecho como una mera cortesía, NOSOTROS DECIMOS:

Esto debe interpretarse,

La ministra es muy aguzada,

Decidió quedarse sentada

¡Para no tener que agacharse!  

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